¿El TAMAÑO Importa?

Resulta que en su visita promocional a México, Brandon Routh -protagonista de Superman Regresa- declaró que, a diferencia de Christopher Reeve, le tuvieron que quitar digitalmente el paquetín "por respeto a los niños". ¡Hey, pausa! ¡Es Superman! ¡No es el eunuco volador! ¿A caso los niños andan pensando en los asuntos del tamaño? En todo caso, si vamos a hablar de sexismo infantil, ¿por qué no le quitan bubies a las heroinas de los comics? ¡o que le tumben los escotazos a Barbie! De niño, recuerdo que lo primero que saltaba a mi vista eran los senos de La Mujer Maravilla, y pensaba "¡a ver a qué hora se le salen cuando de un brinco!", lo mismo ocurría cuando veía a Gina Montes y a Olga Breeskin en la televisión "fresa" de aquella época. Paralelamente, también fui fan de Superman... era mi héroe... y aunque tuve toda la memorabilia de aquellos años, jamás voltee a ver el paquete de Christopher Reeve; me impactaba más cómo volaba y cómo iba a resolver las broncas para salvar al mundo. Y con todo ello, viendo hoy a Reeve a la distancia del tiempo, el chavo sí ostentaba en pantalla el "motivo" por el qué debía ser El Hombre de Acero, y aunque más de tres adultos seguramente se pusieron nerviositos, los niños estábamos en otro canal. Antes de pensar en la castración de Superman, los actuales realizadores olvidaron que en 1997 Joel Schumacher añadió pesones y tremendos paquetones de semental -tanto en el frente común, como en la retaguardia- de Batman & Robin. Y hasta donde tengo entendido, ningún escuincle salió llorando o traumado del cine. La perversión está en las mentes más puritanas. Todo este asunto me recuerda el caso de Tarzan de Disney en 1999. Mattel sacó a la venta un muñeco que levantó las más indignantes y medievales protestas por parte de la liga de la decencia gringa. El detallito del hombre mono era que el muñeco tenía un brazo articulado que podías accionar desde un botón en la espalda y si lo ponías en cierta postura "parecía" que estaba matando al oso a puñaladas... Vamos, ¡que se masturbaba! El juguetito tuvo que ser retirado del mercado estadounidense para ser remplazado por otro de brazo rígido. Claro, Mattel no tiró toda esa pecaminosa produción a la basura... ¡Envió toda esa primera edición a México! -Yo tengo uno que compré en el super por 99 pesos-. Aquí nadie se dio cuenta y no hubo niño mexicano lesionado. Aunque, si pensamos con malicia... ¿No será que lo del retoque digital es un cuento y que la declaración de Routh fue una manera de disimular, tapar y/o justificar que en realidad no pudo "llenar" el traje que sí pudo calzar su antecesor, Christopher Reeve?